La empresa, un valor social imprescindible

Los tres grandes problemas que nos preocupan a los españoles son, por este orden, el desempleo, la crisis económica y los políticos. Por desgracia, son tres factores de una misma ecuación sin resolver cuya incógnita nadie es capaz de despejar por el momento.

Creo que para dar con soluciones tenemos que analizar cada uno de los factores, tanto por separado como por la interrelación de unos con otros, ya que todos están férreamente conectados entre sí en una inevitable relación de causa-efecto.

Los políticos han dirigido sin una estrategia a largo plazo y sin unidad entre los principales partidos para los temas cruciales. Han creado un entorno que ha permitido al sistema económico-financiero crear burbujas, excesivos endeudamientos, falta de competitividad y paralización del crédito. Esto ha provocado la destrucción de muchas empresas y ahuyentado la inversión. Todo ello ha generado el actual desempleo.

Nos hemos olvidado de especialización, productividad, competitividad, formación, educación y valores. De tener una visión de España en Europa y en el mundo para actuar en consecuencia. No menos importante es el hecho de haber perdido mucho terreno en el campo de la ética y los valores en los negocios y el mundo laboral gracias a la cultura del pelotazo y el ganar buenos sueldos sin generar valor suficiente. Esto nos ha llevado a la crisis económica. Una crisis que ha sido infinidad de veces explicada y cuya consecuencia más dramática ha sido el desempleo, inducido principalmente por la desaparición de empresas y autónomos.

En la ecuación del desempleo intervienen dos factores clave: empresas y trabajadores. Por un lado necesitamos más y mejores empresas que generen trabajo y por otro, necesitamos trabajadores con los conocimientos y formación adecuada. Ambos factores forman parte de una estrategia única y común. De nada sirve que las empresas demanden unos determinados perfiles profesionales que no se encuentran entre los desempleados y al revés. Por tanto la formación debe estar totalmente coordinada con la estrategia y perspectivas del mundo empresarial. Es un binomio necesario, una relación simbiótica imprescindible para el desarrollo de trabajo y empresas.

¿Podemos afirmar que estamos teniendo esto en cuenta?

Necesitamos una estrategia económica clara para España que mire a largo plazo, que esté consensuada por todos y que no sea objeto de cambio a ritmo de elecciones.

Una estrategia que nos especialice y nos haga más competitivos en determinados sectores, que genere un entorno de seguridad jurídica y un nivel de burocracia “asumible” en el que las empresas puedan hacer su trabajo.

Pero en cualquier caso y en último término, son las empresas quienes contratan, quienes generan trabajo y quienes van a acabar con el desempleo. Especialmente las pequeñas y medianas empresas junto con los autónomos que son más del 90% de las empresas en nuestro país.

Por tanto, hay que mirar muy atentamente a lo que se necesita para que se creen nuevas empresas, para que crezcan las existentes y para atraer empresas de fuera que vengan a crear trabajo aquí.

Para empezar habría que gritar esta verdad a los cuatro vientos: ¡necesitamos empresas! E intentar desterrar de una vez por todas viejos paradigmas y tópicos negativos acerca de empresas y empresarios. Ideas obsoletas que nada tienen que ver con la realidad y que la sociedad española debe asumir sin reservas.

Toda la sociedad debe ser consciente de que en el mundo empresarial está la solución. En estos momentos es imprescindible que el mundo de la empresa juegue un papel mucho más relevante en la toma de decisiones generales y que, al contrario de lo que ha venido sucediendo hasta ahora, se implique más en las decisiones de gobierno tanto de Europa, como del estado, las comunidades y las provincias.

Hay que fomentar mucho más la cultura empresarial y las actitudes innovadoras. Hay que perder el miedo al fracaso y a la toma de riesgos en la sociedad. Sobre todo entre los estudiantes, los jóvenes y los desempleados, para que puedan convertirse en empresarios generadores de empleo. Apoyemos a nuestras empresas y empresarios porque son un valor social imprescindible para superar esta situación.

2 Respuestas a “La empresa, un valor social imprescindible”

  1. Quini dice:

    Muy buen post Antonio, completamente de acuerdo con tu exposición. Y aprovecho la ocasión para darte la enhorabuena por el blog ;)

  2. Quique Domingo dice:

    Buenas Nono.
    El hecho de escribir para los demás, y para uno mismo, ya merece la felicitación. Buena manera de compartir y crear optimismo. Que falta hace!

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